25 de octubre de 2005

Andrés Lagos

Compañera de viaje
I

Una cama
Sabanas arrugadas y manchadas y olorosas y pastosas.
Signos de luces, jadeos de juegos y gritos.
Compañera de todo momento, momentos de otrora y de futuro
Momentos eternos, fecundos de llantos, historia y cigarros.

Un libro
Una memoria olvidada con olor a campo, montaña, mar.
Sol y sombra de los días y las noches
Sol y sombra de un mañana que no llegó
Y que nunca llegará.

Una lámpara
Amiga de los versos y romances
Y enemiga de cuerpos desnudos, de bares, humo y trasnoches
Lámpara sin ampolleta y electricidad
Lámpara de oscuridad y espanto
Como mi corazón, como el mundo

Una ropa
Un pantalón, una camisa, un calzoncillo,
Montañas y montañas de cuerpos apilados.
Volantines alzados sobre rejas.
Color de amigos, vecinos, amores.
Diario de vida martillando la cabeza,
La cabeza al desnudo, la mentira

Una muralla
Vientre materno repleto de calor, quietud y soledad
Pasión de discursos, de arte, de familia
Observadora de secretos, miedos, sudores
Muralla chorreada, escupida, lacerada, quemada.
Única testigo del ardor de mis muñecas.

Una puerta
Con y sin llave, con y sin cerradura
Devenir de historias sin tiempo
Umbral entre lo interior y lo exterior
Esperanza del porvenir, dolor irremediable
Abierta o cerrada, da lo mismo
Intransmutable, inexorable, incomprendida.

Una habitación
Mi habitación, mi pelo, mis ojos, mis uñas
Todo lo que soy y lo que no soy
Y siempre estás ahí.


II

Eres más verdad que todos los instantes
De la música, de los padres, del trabajo
Eres la verdad

Aún cuando yo no esté tú estarás
Estarás en mis hijos
En los rincones de mi memoria
En los recuerdos de un dios que no entiendo
En el abrir de una flor en primavera
En la sabiduría de saber todo lo que pasa
Y sabiendo lo que eres.

Esta noche te admiro, te envidio, te odio
Porque a pesar que no hablas
Siempre estas ahí presente
Porque no necesitas palabras para comunicarte.

Serás el barco que me lleve
Al otro rincón, al otro lado del rió
Y me arrullaras como mi única madre
Por el resto del tiempo

Alma mía
Mi alma
Quién más que tú tiene todas las respuestas.
Quien más que tú sabe lo que ocurrirá aún antes que lo imagine.
Quien más que tú provoca en mi la ansiedad de huir.
Quien más que tú me enterrara cuando muera

Sólo tú alma
Porque, alma mía
Te has convertido en mi compañera de viaje.

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